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Nicolás Maduro Moros (Caracas,[nota 2] 23 de noviembre de 1962) es un político, diplomático y dirigente sindical venezolano que ha ejercido como ministro de relaciones exteriores entre 2006 y 2012, como vicepresidente de la república desde 2012 al 2013 y presidente de Venezuela durante el período 2013-2019[4] y 2019-2025, este último con reconocimiento parcial de su mandato.
Durante la enfermedad del presidente Hugo Chávez, Maduro asumió la presidencia de Venezuela.[5] Tras las elecciones de 2012, el mal estado de salud de Chávez le impidió tomar posesión del cargo el 10 de enero, sin embargo, siguió en el cargo hasta su fallecimiento ocurrido el 5 de marzo de 2013.[6] Al morir Chávez, Maduro asumió la presidencia tres días después. Ante esta situación, personalidades nacionales e internacionales denunciaron que, según lo establecido en el artículo 233 de la constitución, no debía ser el vicepresidente Maduro quien asumiera el cargo, sino Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.[7] Sin embargo, el 8 de marzo de 2013 la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia lo declara «presidente encargado».[8] Posteriormente, Maduro fue proclamado presidente de Venezuela tras las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013.
Desde su elección como presidente el 19 de noviembre de 2013, Maduro ha gobernado Venezuela por decreto durante la mayor parte del tiempo.[9][10][11][12] Durante los gobiernos de Chávez y Maduro, Venezuela ha enfrentado una grave crisis social, económica y política, aumento de la delincuencia, inflación, pobreza y hambre.[13][14][15][16] A partir de abril de 2014, debido al aumento de la escasez en Venezuela y disminución de la calidad de vida, se producen protestas en todo el país, provocando un descenso rápido y progresivo en la popularidad de Maduro,[17][18] pérdida de popularidad que se vio consolidada con la victoria opositora en las elecciones parlamentarias de 2015, y el inicio de un proceso para revocar el mandato de Maduro a través de referéndum, sin resultados debido a que Maduro concentra el poder a través de otros órganos en manos del oficialismo, como el Tribunal Supremo de Justicia y el Poder Electoral, así como las Fuerzas Armadas.[17][18][19]
Maduro, al igual que Chávez, ha sido señalado como autoritario,[20] varias fuentes también lo consideran un dictador, sobre todo después de la suspensión del movimiento para revocar su mandato a finales de 2016,[21] y una posterior crisis institucional el 29 de marzo de 2017, en la que el Tribunal Supremo de Justicia se atribuyó a sí mismo las funciones de la Asamblea Nacional,[22] siendo esta medida considerada por la propia Asamblea y la Fiscalía General como una "ruptura del hilo constitucional" o incluso un autogolpe de estado,[23][24] si bien posteriormente el Tribunal revisó su sentencia y corrigió algunos aspectos controvertidos ante el repudio internacional.[25] La decisión resultó en protestas a nivel nacional; Maduro respondió con la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, bajo condiciones electorales consideradas como irregulares, incluyendo por la fiscal general Luisa Ortega y la compañía de las máquinas de votación Smartmatic.[26] La oposición no participó en la elecciones y todos los miembros electos fueron pro-gobierno.[27]
El 20 de mayo de 2018, las elecciones presidenciales fueron convocadas prematuramente y Maduro fue reelecto por un periodo adicional de seis años . Los líderes opositores fueron encarcelados, exiliados o inhabilitados para participar, no hubo observación internacional, y se ejercieron tácticas en las que se sugería a los electores que podían perder sus trabajos o ayudas sociales si no votaban por Maduro.[28][29] La oposición venezolana, aproximadamente 51 países, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), el Grupo de Lima y el Grupo de los 7 (G7) no reconocieron su reelección, afirmando que dichos comicios fueron ilegales, carecían de garantías mínimas y no respetaban las normas internacionales de procesos electorales.[30]
Un informe de la Organización de Estados Americanos ha determinado que durante su gestión se han cometido crímenes de lesa humanidad,[31] y las Naciones Unidas han reportado más de 9000 ejecuciones extra-judiciales y más de cuatro millones de venezolanos se han visto obligados a salir del país.[32] El 10 de enero de 2019, minutos después de que Nicolás Maduro prestara juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para el periodo presidencial 2019-2025, la Organización de Estados Americanos, en una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, aprobó una resolución en la que se declara ilegítimo a Maduro como presidente de Venezuela, instando a que se convocaran nuevas elecciones.[33] El 26 de marzo de 2020, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, emitió una orden de captura contra Maduro con una recompensa de 15 millones de dólares por cargo relacionados con narcotráfico.[34][35]
Durante su mandato, especialmente desde mediados de 2020, se han reportado intervenciones y abusos de parte de la justicia venezolana y fuerzas de seguridad, administradas y controladas a plenitud por el gobierno de Maduro, contra varios partidos políticos principales del país, tanto de la oposición,[36][37][37][38] como de la izquierda chavista,[39][40] lo que ha evidenciado el totalitarismo del gobierno venezolano y la búsqueda, según la oposición, de un «partido único» o una «oposición controlada» en el país.[41]